Medjugorje, lugar humilde, lugar de cosas pequeñas y de una vida cotidiana sin alteraciones, lugar que ni siquiera es posible encontrar en la mayoría de los mapas, aparentemente se transformó en un nuevo Belén a través de estas apariciones sobrenaturales.
(* La foto corresponde a Medjugorje en 1981, año en el que comenzaron las apariciones)
Seis jóvenes personas, ordinarias en todos sentidos por su apariencia exterior, se convirtieron en relatores de mensajes celestiales dirigidos al mundo entero. Todo parecía tan improbable. Pero los caminos de Dios son impenetrables: Él elige la pobreza, la sencillez, la pequeñez y lo ordinario para manifestarse.
Las respuestas a las preguntas de por qué este lugar y estos niños eran claras: los frutos de la transformación fueron abundantes. La gente comenzó a cambiar, mientras una profunda paz espiritual se apoderaba de la aldea.
Esta foto corresponde a Medjugorje 40 años después en 2021. ¡Cuántos frutos! ¡Cuántas conversiones! ¡Millones de confesiones! Gracias Dios por este regalo a la humanidad.