Ayer 8 de diciembre día de la Inmaculada Concepción de María también se celebraba la Clausura del año de San José.
Yo tengo una devoción especial a San José y muchos saben que todo lo que pido lo hago a través de su intercesión.
Pues ayer además de las festividades que se celebraban en la iglesia, también estaba concluyendo mi consagración a Jesús a través de María. Así que nos fuimos con mi hija muy temprano a la Iglesia porque sabíamos que se iba a llenar. Cuando entramos vimos que la banca en la que siempre nos sentamos estaba ya ocupada así que vi más adelante y la primera banca enfrente del altar estaba vacía, me fui rápidamente a tomarla cuando de repente enfrente de mi estaba una imagen inmensa y bellísima de San José con el niño Jesús. ¡No puedo explicarles lo que sentí!, solo puse mi cartera en la banca y salí a arrodillarme enfrente de la imagen. Estaba sola la iglesia, solo un par de personas mas, así que tuve todo el tiempo para verla con detalle y hablar con San José como habla una hija con su papá. ¡Qué mirada la de está imagen!, los ojos color miel llenos de amor y ternura, me sentí segura sabiendo que de todas mis cosas se ocupa él así como lo hacen los papás. Baje la vista y vi que tenía de la mano al Niño Jesús pero de una manera especial, lo lleva cariñosamente agarrado como protegiéndolo, ya que el Niño tiene al descubierto y nos muestra con Su manita Su Sacratísimo Corazón. El Niño Jesús parece real tanto que es de la estatura de un niño real y con sus bellos ojos azules uno siente que llega al Cielo.
Me sentí particularmente consentida ayer, Dios no se deja ganar en regalos cuando te das por completo a Él, porque además de estar en la primera fila de la iglesia y tener la imagen de San José enfrente de mí toda la misa, el padre dijo al final: -“Hoy bendeciremos está imagen para que se quede aquí”. ¡No pude sentirme más amada! Estar en Medjugorje, consagrándome al Corazón de Jesús y poder estar en el momento en el que bendicen la imagen de San José que se quedará en la Parroquia de Medjugorje.
Yo sé que este regalo ya lo tenía San José planeado par mi, es un papá y es el más consentidor de todos.
Los invito a ser devotos de San José, les aseguro que no quedarán defraudados. ¡Siempre cumple!
Les seguiré contando…
