En la historia de la Iglesia Católica y Romana, la Virgen María se ha aparecido en muchos lugares a lo largo de todas las épocas, siendo las más conocidas las de Guadalupe (México), La Salette y Lourdes (Francia), Knock (Irlanda) y Fátima (Portugal). Pero nunca en la historia escrita se ha aparecido diariamente tanto tiempo por un período tan largo, a tantos videntes elegidos y con resultados globales tan profundos.
El propósito resulta claro en sus mensajes. Como buena Madre, La Virgen María hace un llamado urgente e insistente a sus hijos del mundo para que vuelvan a Dios al fin de alcanzar la paz auténtica y la felicidad. Este llamado específico que se inició con sus apariciones en La Salette en 1846, fue intensificado en Fátima y continúa en Medjugorje. En este prolongado e incondicional acto de amor misericordioso de Dios, es la consistencia del llamado y la abrumadora respuesta de tantas personas lo que me lleva a creer que se trata de LA COSECHA FINAL DE LAS ALMAS.
(Texto: La Cosecha Final, Wayne Weible / Foto: Digital Foto Video Studio Đani)