“¡Queridos hijos! También hoy los invito a preparar sus corazones para estos días, en los que el Señor desea purificarlos de manera especial de todos los pecados de su pasado. Ustedes, queridos hijos, no pueden hacerlo solos. Por eso, Yo estoy aquí para ayudarles. Oren, queridos hijos, sólo así podrán conocer todo el mal que hay en ustedes y ofrecerlo al Señor, a fin de que el Señor pueda purificar sus corazones de todo. Por tanto, queridos hijos, oren sin cesar y preparen sus corazones con la penitencia y el ayuno.
Gracias por haber respondido a mi llamada”
Mensaje de la Virgen en Medjugorje. 4 de Diciembre de 1986
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