La iglesia de Medjugorje se comenzó a construir antes de la segunda guerra mundial pero tuvo que ser detenida ya que la solicitud para su construcción fue rechazada por las autoridades comunistas. Mientras estaba parada la construcción, las misas se oficiaban al aire libre. Fue hasta el año de 1966 que lograron obtener el permiso de parte de las autoridades y empezaron de nuevo la construcción. Todos los parroquianos participaron en su realización: algunos con su trabajo, otros con el parte de dinero, pero ninguno dejó de participar. Muchas contribuciones importantes provenían de aquellos que trabajaban en el extranjero así como de los que habían emigrado. De esta manera se erigió la gran iglesia con los dos imponentes campanarios. De un lado al otro de la iglesia, diez ventanas suben hacia las campanas las que inducen a meditar sobre los veinte siglos del cristianismo.
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